Todo el mundo conoce la famosa Fontana de Trevi. Menos conocida esla fascinante estratificación arqueológica quese extiende bajo elRione, dela cual el área arqueológica subterránea del Vicus Caprarius – La Ciudad de Agua constituye un sugestivo ejemplo.

A pocos pasos deunade las obras más conocidas enel mundo, a más de nueve metros de profundidad respecto alnivel dela calle actual, los estudios arqueológicos realizados entre 1999 y 2001, durante las obras para la renovación del ex Cine Trevi, por la Superintendencia Arqueológica de Roma (con la dirección científica de Claudio Moccheggiani Carpano) han traído a la luz un complejo de edificios dela época imperial que representa un testimonio notable delatrama urbana dela Roma antigua.

La disponibilidad ofrecida por el Grupo Cremonini, la sociedad propietaria del inmueble y que había encargado las obras, ha permitido una recuperación completa y la atenta valorización del yacimiento arqueológico que se extiende sobre una superficie de unos 350 metros2, entre la Via San Vincenzo y Viccolo del Puttarello.

El término «ciudad del agua», que se utiliza actualmente para definir el área arqueológica de Vicus Caprarius, se debe al elemento que, sin duda, caracteriza mayormente a la zona y al sitio.

El agua que fluye de la fuente de Trevi, muestra monumental del Acueducto Virgo (del cuales las excavaciones han traído a la luz un imponente depósito de distribución, el castellum aquae) y el agua que, filtrándose a través de las antiguas paredes del área arqueológica, sigue alimentando las tuberías de plomo y los tanques de una residencia de lujo.

Los muros hallados, de hecho, se caracterizan por un revestimiento en opus latericium y se conservan hasta una elevación de alrededor de ocho metros, se refieren a una insula, un bloque de viviendas, articulado en varias unidades independientes, transformado a mediados del siglo IV, en una domus señorial.

Pero no sólo las imponentes estructuras del acueducto Virgo y de los ambientes residenciales lo que hacen única la visita del área arqueológica.

En las tres secciones del antiquarium han sido recogidos los artefactos encontrados durante las excavaciones: los preciosos revestimientos de mármoles policromos, las refinadas decoraciones (entre las cuales la famosa cabeza de Alessandro Helios), los llamados spatheia, ánforas africana para el transporte del aceite, un maravilloso pequeño «tesoro» constituido por más de 800 monedas, atestiguan las diferentes fases de utilización y de vida de las estructuras traídas a la luz.